¿Te pasa que sientes que estas siempre a mil por hora?, incluso cuando estas a punto de irte a dormir, la mente no para, el cerebro está diseñado para estar siempre en actividad, por ello es necesario implementar prácticas que le permitan tener pequeños descansos, la meditación es una de ellas, pero debo confesar que a mí solo me funciona cuando lo hago acompañada, entonces empecé a observarme para encontrar aquello que pudiera permitir que mi cerebro se relaje por lo menos algunos minutos durante el día y recuperar productividad, evitar la fatiga, el estrés o la ansiedad.
Luego de experimentar de manera consciente con diferentes tipos de actividades, encontré un par que me funcionaron:
1. Hacer una rutina de ejercicios nueva cada día, sencilla, de mínimo 15 minutos. Entré a internet y encontré muchas opciones, elegí las que más me gustaban y se acomodaban a mi estado físico; la clave está en que, al ser una rutina nueva cada día, me concentro en cada movimiento para hacerlo bien, por lo tanto, mi mente deja de pensar en varias cosas a la vez, se enfoca en una sola cosa, sobre todo, me hace sentir súper conectada con el aquí y el ahora.
2. Leer para mi es una forma de meditar, claro está que es importante encontrar lecturas que sean motivadoras o inspiren sentimientos positivos, que permitan entrar en estado de relajación. Basta dedicarle unos 10 minutos por la mañana y otros 10 minutos por la tarde, como haciendo una pausa activa, cuando le das el espacio a la lectura te enfocas solo en ella, si bien puede llevarte a reflexionar sobre el tema, continúas estando conectada con el presente.
Sobre la lectura como forma de meditación hay algunos datos interesantes, por ejemplo, un estudio de la Universidad de Sussex (Reino Unido) demostró que la lectura puede disminuir el estrés un 68%, esto es más que escuchar música (61%), realizar una parada en las tareas para tomar algo (54%) o dar un paseo (42%).
Me encanta Ysa, lo pondré en práctica, gracias por los tips.