Me costó escribir a fin de año. Sentía que no venia la inspiración y llegó de un golpe! Puf!!!
El 2023 fue un año de decisiones que se demoraron en concretar y ahora en enero están germinando las semillas de las decisiones tomadas.
Para resumir y no dar la lata, ustedes saben, ya nos conocemos, que llevo muchos años, 18 para ser exacta, en la misma compañía y en la misma área. Partí como analista, hoy, la lidero. Tengo un equipo exquisito que me acompaña y además, grandes amigos y amigas.
Hace un tiempo, decidí aceptar una propuesta y cambiarme de área. Al fin voy a saber qué diablos significa eso de salir de la famosa y un poco sobrevalorada zona de confort y creo, que eso será lo que leerán este año de mi. Y ya partí aprendiendo 🥴
Súper cool yo. Todo bajo control. Tengo que informarle a mi equipo. “Calma Sara, es solo un cambio de área, no de compañía”, me dije a mi misma. Los hombres lo hacen siempre, no pasa nada!
Primero, le conté a mis reportes directos. Tenía preparado lo que diría, calculado todo, pañuelos en caso que me emocionara, agua cerca, mi asiento…todo bajo MI control. No se lo esperaban, fue fuerte, yo muy contenida, pero estuve…sólida! Seca! Un par de lágrimas. La emoción justa y suficiente para diferenciarme de un hombre 😂 …eso pensé yo. Me felicité!
La raja! …pasaron los días y tuve que contarle al resto del equipo en un momento que no preparé y que se adelantó a mis planes. No tenía pañuelos cerca, no preparé tanto el discurso, no tenía agua y no calculé nada…pues bien, empiezo a hablar frente a un montón de caritas que me miraban atentas y sin querer, empezó a pasar mi vida laboral por mis ojos…mi llegada muy chica a esa área que me dio la oportunidad de crecer profesionalmente y que me contuvo en momentos muy difíciles de mi vida…la emoción empezó a subir por mis piernas, llegando a mi garganta y cuando dije que me iba y escuché un sollozo…la pena (porque no fue emoción) me empezó a abrazar..:yo me decía “Sara, no, no puedes llorar, se fuerte, masculina…”…”Sara, no, no escuches esas palabras bonitas y llenas de ternura y agradecimiento”….”Sara, concéntrate mujer! Es solo un cambio de área, no el fin del mundo!”….Y de repente, dejé de escuchar esa voz interior que no quería mostrar mi debilidad (que yo creí que era) mi sensibilidad o mi humanidad…transpiré hasta que me liberé y lloré con ellos…lloré porque me da pena dejar a ese equipo que conozco hace tantos años, lloré porque me da miedo cambiarme, me da miedo fallar, me da miedo…lloré porque no quería causarles pena, incertidumbre…lloré porque soy humana…y porque mi niña interior necesitaba llorar…
Y puf! Recordé, que lidero desde lo femenino (como un libro que leí) y soy mujer y me permito ser humana y mostrar mi fragilidad (porque no es debilidad) y porque decido liderar con humanidad. Agradecí cada deseo de cariño. Abracé fuerte a quienes lloraron. Los consolé. Los entiendo…yo también los voy a extrañar. Y viviremos juntos este proceso de cambio, agradeciendo cada momento vivido y cada aprendizaje comprendido.
Y así parte mi historia de este año…parto sintiendo, pero sintiéndome acompañada y lista y dispuesta a recibir y enfrentar lo que me espera.
Pd: ni les cuento la contractura que tuve después por aguantarme tanto de llorar…aprendizaje, dejarse llevar es mas barato que sentiiiirrr y que el masaje 💆🏻♀️
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